Thursday, July 2, 2015

No hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza

Me encantan los proverbios! y sobre todo este que se aplica mucho a la vida del ser humano.
Parece mentira que hubiera llegado la hora. Se me hacia tan distante la fecha de mi partida y ahora es una realidad.

Emprendí mi viaje el día de ayer y aun todo este me parece un sueño. Para empezar me costó mucho dejar a mi familia: mis hijos y mi esposo.  Esta es la primera vez que viajo sola y se que me van a hacer mucha falta. Ardía en mi corazón una mezcla de emociones, mis amigos y familiares, no dejaban de bombardearme con mensajes de textos, publicaciones en Facebook, dándome ánimos y deseando buena suerte en esta travesía. 

Gracias a Dios tuve con quien conversar todo el trayecto de mi viaje hacia mi primera parada, Hamburg, Germany.  Allí hice escala y tuve que esperar como tres horas y la verdad es que se fueron volando.  Fue muy interesante escuchar alemán. Danke!

Al llegar a Madrid, estaba dudosa si tomar el tren o el taxi, pero me arme de valor y decidí seguir con mis hazanas. La mujer de la caseta de información fue muy amable y me dio con lujos de detalles la ruta y los trenes que tenia que tomar.  Al llegar a mi ultima parada todo me parecía distinto.  Buscaba el nombre de las calles y no las encontraba, al menos no en el lugar que pensaba que estarían ubicadas, parecía como si no tuvieran nombre las calles.   Tengo una anécdota muy chistosa de esta experiencia. 

Una joven muy amable me ayudo explicandome como llegar a la Universidad Complutense. Mientras caminaba vi que decia, Casa Alcalá y recordé que en las instrucciones decían que tenía que llegar a Casa Galdos, pues bien, cambie de planes, subí un montón de escaleras con mi equipaje y les pregunte a  unas personas que si iba bien para Casa Galdos y me dijeron que no, que estaba hacia el otro lado.  Ay mi Dios! después de haber subido y bajado colinas y escaleras, me toco devolverme de donde venia. Luego me di cuenta que estaba en la ciudadela universitaria y le pregunte a otras personas que si estaba bien encaminada hacia la  Casa Galdos y es aquí cuando se enredo todo mucho mas, me decían: llega hasta el semáforo y en la esquina doblas a la izquierda y subes hasta el final de la cuadra.  

En la bendita esquina había una colina y como me dijeron  que tenía que subir, pues yo subí la colina. Pregunte a otra joven que caminaba por el vecindario y me dijo: es que la Casa Galdos esta allá abajo, vas en el sentido contrario.  Fue allí que me di cuenta que el subir, había sido lo que para mi es  seguir recto en la misma dirección.  Oh no! Volver s bajar con todo el peso! Este fue mi "workout" del mes!

Aquí unas fotos de mi despedida y de la Casa Galdós. 


Con mi hija hermosa! La voy a extrañar!

Mis hermosos tesoros! Mi familia! Los voy a extrañar muchísimo.

Asi llegué! Estaba más del otro lado que de este! pero gracias a Dios...llegué!

Por fin llegué a la Casa Galdós! Es muy bonita y el personal es muy amable.

Mientras caminábamos alrededor.  Aqui eran las 10:30 pm y recién como que empezaba a anochecer.

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