Jamás hubiera imaginado que estaría en aquellos lugares que en algún momento de mi vida explore por medio de lecturas en mis clases de literatura como el camino del Mío Cid.
Salimos el viernes por la mañana rumbo a Burgos. En nuestra parada, vimos el Arco de Santa María, antigua puerta de la muralla de la ciudad que el siglo XVI se decoro con estatuas de personajes ilustres locales para conmemorar la visita del rey Carlos V.
Visitamos la Catedral de Burgos la misma que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1984 y constituye uno de los primeros ejemplos del arte gótico en España. Paseamos por la Plaza Mayor y no podía faltar la caminata por el paseo del Espolón, lugar de encuentro de burgaleses y visitantes. Hay un jardin inmenso cuya particularidad consiste en que los árboles están conectados unos con otros, dándole un toque mágico. Al final de la plaza se alza la estatua ecuestre del Cid.
Seguimos nuestra ruta y tuvimos un picnic en las afuera del Monasterio de S. Pedro de Cardeña. A tan pocos kilómetros al sureste de la capital burgalesa. Este monasterio es célebre ya que este fue el lugar en donde estuvo la familia de Don Rodrigo Díaz "El Cid" durante su segundo destierro.
Nuestra ultima parada....Pamplona a celebrar las fiestas de San Fermín!
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